Entendiendo las relaciones con los Registros Akashicos
- Patricia Olguin
- 25 nov 2016
- 3 Min. de lectura
Leer dos archivos akáshicos simultáneamente para encontrar la información común y los bloqueos o problemas existentes entre las dos personas implicadas es una de las cosas que más me fascina últimamente. Sobretodo por lo que uno aprende acerca de lo que son las relaciones entre personas, no solo de pareja, sino entre familiares, colegas de trabajo, socios de negocios, amigos, etc. Y es que si alguna vez esa idea de que estamos conectados a muchos más niveles de lo que nos pensamos tuvo cierta validez, hoy en día tenemos más que pruebas de que en realidad así es.
Lo más interesante, personalmente, es conocer que existen lecciones y enseñanzas pre-determinadas que uno aporta al otro, no importa como de larga o fugaz sea una relación. No he visto ninguna relación que haya comenzado o terminado por casualidad. A nivel físico el motivo para empezarlas o terminarlas puede ser cualquier cosa, pero a nivel de “alma”, o a nivel de Yo Superior, son todo acuerdos. Acuerdos puros y duros para hacer algo en conjunto, para aportar algo uno a otro, para avanzar en un camino por el cual es más fácil ser dos que uno o simplemente para aprender algo en base a lo que la otra persona es experta en enseñar, y nosotros necesitamos comprender. Luego, por supuesto, están los sentimientos que tenemos hacía una persona, que no son sino el reflejo de la energía, el “cariño” y la afinidad que pueda existir entre esos dos Yo Superiores trabajando juntos.

Historia combinada
La mayoría de almas que entran en una relación con otra han tenido una historia común que se puede remontar a muchas vidas, aunque no es siempre el caso. Almas que han compartido varias vidas tendrán un sentimiento de familiaridad y confort con la una con la otra y a veces puede ser que te parezca conocer mucho mejor a un amigo que a tu propia pareja. Podemos haber tenido desde una sola vida con nuestra pareja actual hasta cientos de ellas, lo cual indica que no “existe” realmente el concepto de nuestra “media naranja” a lo largo de la historia evolutiva, aunque si que existen almas que van a trabajar juntas muchas encarnaciones en varios papeles. Quien hace el rol de nuestra mujer, novio, padre o hermano, ha podido tener el papel de mejor amigo, tío lejano, amante, esposo, primo, o lo que sea, anteriormente. Estas almas siempre estarán presente en nuestra vida, pero no tiene porque ser la misma “alma” con la que tengamos siempre nuestra relación principal.
Relaciones limpias, o con cuentas pendientes
Aunque el concepto de karma no es del todo acertado y correcto en este caso, si es que posible decir que podemos traer deudas pendientes de otras encarnaciones con esas otras almas y que por ello entramos de nuevo en una relación con ellos para cubrir esas deudas. Pero las deudas no significa haber hecho algo que ahora deba ser “pagado”, significa no haber aprendido una lección que estaba programada, no haber cumplido uno de los acuerdos pre-fijados, o no haber deseado ayudar tal y como habíamos prometido a cierta otra alma. Eso es parte del “juego” y del libre albedrío, si nuestro papel en esta vida en esa relación es ser el punto de apoyo de nuestra pareja, y lo que hacemos es huir y mirar hacia otro lado cada vez que nos viene a pedir ayuda, evidentemente ambos Yo Superiores decidirán de nuevo encarnarse juntos para tratar esta vez de completar ese aprendizaje que se habían propuesto con esa misma lección. Por eso conocer aquello que hemos pre-acordado con la persona con la que estamos actualmente nos facilita las cosas, pues nos hace entender porque son recurrentes tantas situaciones de las que vivimos con ella. -David Topi-
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